En el Perú, dos son las empresas que operan en el mercado de refinación de petróleo: la estatal Petróleos del Perú (Petroperu) y Refinería La Pampilla (Relapasa), ésta ultima perteneciente al grupo Repsol YPF.
El 12 de Julio ambas empresas decidieron incrementar el precio del combustible, cuando la intervención directa del ministro de economía, Pedro Pablo Kuczynski, en la empresa estatal y la mediación con los directivos de Repsol YPF hizo que ambas dejaran sin efecto el incremento realizado.
En el Perú, los precios se rigen por la oferta y la demanda y esta regla se aplica tanto a las empresas privadas como estatales. Inclusive la Ley Orgánica de Hidrocarburos cuenta con un artículo que literalmente establece que "Las actividades y los precios relacionados con petróleo crudo y los productos derivados, se rigen por la oferta y demanda."
La única excepción a la regla son las las tarifas fijadas por los Organismos Reguladores (Osiptel, Ositran, Osinerg y Sunass). Además es un principio constitucionalmente establecido que la interveción del Estado en la economía es subsidiaria. La actuación del ministro de economía aunque no es una fijación de precios por ley o por decreto(que sería groseramente inconstitucional) es una clara intervención con el mismo efecto, que socava los fundamentos de la economía social de mercado peruana. Cabe por ello hacerse la pregunta si estamos retornando a los tiempos de los precios gubernalmente controlados.
Un punto sobre el cual es necesario volver siempre es sobre la necesidad y/o la participación de las empresas estatales en la economía(la subsidiariedad del Estado). Uno debe preguntarse cuánta libertad de empresa tiene Repsol YPF en el mercado de la refinación. Frente a la orden ministerial fielmente cumplida parte de la empresa estatal, Repsol YPF inevitablemente debía dar marcha atrás al aumento realizado. Mantenerlo hubiera significado ofrecer precios mayores al de su competidor y además podría haberse ganado entre la población la imagen del malo de la película, como normalmente pretenden hacer los gobiernos intervencionistas con el sector privado.
El 12 de Julio ambas empresas decidieron incrementar el precio del combustible, cuando la intervención directa del ministro de economía, Pedro Pablo Kuczynski, en la empresa estatal y la mediación con los directivos de Repsol YPF hizo que ambas dejaran sin efecto el incremento realizado.
En el Perú, los precios se rigen por la oferta y la demanda y esta regla se aplica tanto a las empresas privadas como estatales. Inclusive la Ley Orgánica de Hidrocarburos cuenta con un artículo que literalmente establece que "Las actividades y los precios relacionados con petróleo crudo y los productos derivados, se rigen por la oferta y demanda."
La única excepción a la regla son las las tarifas fijadas por los Organismos Reguladores (Osiptel, Ositran, Osinerg y Sunass). Además es un principio constitucionalmente establecido que la interveción del Estado en la economía es subsidiaria. La actuación del ministro de economía aunque no es una fijación de precios por ley o por decreto(que sería groseramente inconstitucional) es una clara intervención con el mismo efecto, que socava los fundamentos de la economía social de mercado peruana. Cabe por ello hacerse la pregunta si estamos retornando a los tiempos de los precios gubernalmente controlados.
Un punto sobre el cual es necesario volver siempre es sobre la necesidad y/o la participación de las empresas estatales en la economía(la subsidiariedad del Estado). Uno debe preguntarse cuánta libertad de empresa tiene Repsol YPF en el mercado de la refinación. Frente a la orden ministerial fielmente cumplida parte de la empresa estatal, Repsol YPF inevitablemente debía dar marcha atrás al aumento realizado. Mantenerlo hubiera significado ofrecer precios mayores al de su competidor y además podría haberse ganado entre la población la imagen del malo de la película, como normalmente pretenden hacer los gobiernos intervencionistas con el sector privado.
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