
Como lo señala The Economist, "para Royal Mail esto no llega en su mejor momento. Aunque ahora es una empresa rentable (obtuvo beneficios de £136m ($240m) antes de impuestos en la primera mitad del 2005, luego de una perdida de más de £1.1 mil millones, también antes de impuestos, en el 2002 ), aún permanece llena de problemas. La empresa tiene un deficit pensionario de más de £4 mil millones. Además es tristemente ineficiente comparada con sus rivales europeos, gracias a un antiguo sistema informático y al uso de máquinas obsoletas de clasificación. Incluso la moral de su personal es débil - solo seis de diez empleados dicen estar contentos trabajando para Royal Mail."

Tal vez el tradicional buzón rojo del correo británico sea pronto retirado o incluso aparezcan otros nuevos de distinto color. Pero ese lado de la historia es sólo la arista minúscula de un antiquísimo sistema, carente de eficiencia e innovación, las cuales es muy probable que se consigan con la apertura del sector.
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